Otilia Acuña, integrante de Madres de Plaza de Mayo de Santa Fe desde sus inicios, fue un símbolo de lucha incansable. A pesar de haber superado los 100 años, continuó participando activamente en actos, audiencias judiciales y manifestaciones en defensa de los derechos humanos, los derechos de los trabajadores docentes y de las mujeres.
Madre de Nilda Elías, docente y militante social y política del barrio Santa Rosa de Lima de Santa Fe, Otilia vivió en carne propia la violencia de la dictadura militar. Su hija fue asesinada el 11 de abril de 1977 por una patota de las fuerzas conjuntas en la vereda de su casa, ante la mirada de sus tres hijos y de la propia Otilia. Además, su yerno, Luis Silva, fue secuestrado en noviembre de 1976 en la provincia de Buenos Aires y aún permanece desaparecido. Tras estos crímenes, Otilia se hizo cargo de la crianza de sus nietos, entre ellos Valeria Silva, quien continuó el legado de lucha de su madre y su abuela como militante en la agrupación H.I.J.O.S.
A lo largo de su vida, Otilia se destacó por su compromiso con la militancia barrial. Entre sus numerosas acciones, fundó una asociación que gestionó decenas de pensiones sociales para los adultos mayores de su comunidad, una de las más humildes de Santa Fe. Además, con un espíritu inquebrantable, aprendió a leer a los 80 años en su propia casa, donde organizó una escuela para adultos.
En sus últimos años, Otilia continuó asistiendo a movilizaciones y actos por los derechos humanos, a menudo en silla de ruedas debido a su edad. También apoyó activamente las marchas por los derechos de las mujeres. Su incansable lucha le valió el reconocimiento de numerosas instituciones democráticas, como los Ejecutivos provincial y municipal, las cámaras legislativas y el concejo deliberante. Figuras de relevancia, como el ex presidente de Ecuador Rafael Correa, también expresaron su admiración por su trayectoria.
Este sábado 15 de marzo, en conmemoración de su natalicio, se llevó a cabo un homenaje en el Centro Político Cultural de Sadop Santa Fe, El Solar de las Artes. La jornada estuvo marcada por la música, las anécdotas y una muestra fotográfica que recordó a la "Oti", la madre de Plaza de Mayo que nunca bajó los brazos. Un evento que celebró la memoria de una mujer que se convirtió en emblema de la lucha por la justicia y los derechos humanos.