Con el título Vox Populi, en el diario Página 12, la portada muestra la multitud reunida en la plaza San Pedro en Roma y también frente a la Catedral de Buenos Aires para rendirle el último adiós al Papa Francisco.
La periodista acreditada en Roma, Elena Llorente, señala que "la despedida de Francisco se convirtió en espejo de su papado. Más allá de la presencia record de mandatarios, su sello distintivo fue la inédita presencia popular. Cientos de miles desbordaron la plaza de San Pedro y muchos de los elegidos de Bergoglio –pobres, reclusos y migrantes– acompañaron en primera fila el féretro. La escena se repitió en Buenos Aires, donde una enorme multitud le acercó su adiós".
Por su parte, Natalia Chientaroli, enviada especial de DiarioAr resume la despedida de este modo: "Entre unas 200.000 personas comunes, despedido de San Pedro por los más poderosos del mundo, recibido en Santa Maria Maggiore por los últimos de Roma, los que menos tienen. Ese podría ser el resumen del funeral del papa Francisco este sábado, que ha comenzado con una ceremonia a la que asistieron casi 170 delegaciones internacionales y representantes religiosos de todas partes del mundo, entre ellos Javier Milei. En el centro de Roma, a unos seis kilómetros del Vaticano, un grupo esperó en las escalinatas de la basílica en la que el pontífice quiso ser enterrado: unos 40 –migrantes, transexuales, presos, pobres– sosteniendo una rosa blanca en la mano. Los encargados del último saludo. Una vez que el féretro atravesaba la puerta de la basílica, las puertas se cerraban para proceder a la sepultura".
También agrega: "Unas 250.000 personas han pasado por la capilla ardiente de San Pedro en tres días. Anoche, tras el cierre, se procedió a la ceremonia del cierre del ataúd, en la que se leyó un texto en latín que hace un repaso a la vida de Jorge Mario Bergoglio hasta convertirse en el papa número 266, y destaca algunas de sus principales acciones y sus reformas de la Curia y sus cuatro encíclicas. Además, destaca su lucha contra los abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia. Ese acto a puerta cerrada y del que participaron unas pocas personas cercanas y familiares fue el paso previo de las exequias de este sábado".
La crónica del sepelio, continúa la periodista describiéndola de esta manera: "El funeral lo celebra el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardinalicio. Y lo hace, acompañado por 980 cardinales, obispos y sacerdotes, con las indicaciones establecidas en el primer funeral papal moderno, el de Juan Pablo II, hace dos décadas: un rito solemne y sobrio que en 2005 cambió la historia al sacar la ceremonia de la basílica para celebrarla en la plaza. De la misma forma ocurrió con Benedicto XVI, que murió en diciembre de 2022 y cuyas exequias dirigió el propio Francisco.
Frente a los representantes de las instituciones más poderosas del mundo, el cardenal Re destaca en su homilía todo aquello por lo que Francisco les ha resutado incómodo: “Innumerables son sus gestos y exhortaciones a favor de los refugiados y desplazados. También fue constante su insistencia en actuar a favor de los pobres”. Como ejemplos menciona el primer viaje de Francisco a Lampedusa –“isla símbolo del drama de la emigración con miles de personas ahogadas en el mar”–, el el que hizo a Lesbos, y la misa que ceberó en la frontera entre México y Estados Unidos.
“La guerra es solo muerte de personas, destrucción de casas y de escuelas. La guerra siempre deja al mundo peor de como era en precedencia: es para todos una derrota dolorosa y trágica”, ha recordado Re las palabras de Francisco en presencia de Trump, la ministra enviada por Rusia y los mandatarios europeos. La multitud cerraba cada una de sus frases con un fuerte aplauso.
Re dedica parte de sus palabras a describir la personalidad de Francisco, los gestos que le han diferenciado –y alejado– de sus predecesores, algunos de los cuales le han valido no pocos enemigos dentro de estos muros vaticanos. “Dio de inmediato la impronta de su fuerte personalidad en el gobierno de la Iglesia, estableciendo un contacto directo con las personas y con los pueblos [...] con especial atención hacia las personas en dificultad, entregándose sin medida, en particular por los últimos de la tierra, los marginados”.
“Fue un Papa atento a lo nuevo que surgía en la sociedad”, que se refería a “los problemas de nuestro tiempo” utilizando “el vocabulario que le era característico”. “Tenía gran espontaneidad y una manera informal de dirigirse a todos, incluso a las personas alejadas de la Iglesia”.
“Francisco realmente compartió las preocupaciones, los sufrimientos y las esperanzas de nuestro tiempo de globalización”, destacó Re frente a los máximos dirigentes de ese mundo globalizado".
Con información de Página 12 y Diario Ar