“En términos económicos, el crecimiento sostenido en países como China o la India, entre otros, ha llevado a una mayor atención hacia las economías emergentes como impulsadoras clave a nivel mundial. Esta difusión de la prosperidad hacia el Este y el Sur ha generado un debate renovado sobre la redistribución de poder y la representación de potencias en ascenso en las instituciones globales, además de mayor visibilidad y reconocimiento de las voces del Sur en foros internacionales.
En términos sociales y culturales, por otra parte, el Sur Global ha emergido como un espacio de innovación, creatividad y resistencia, que desafía las narrativas dominantes y contribuye a la diversificación de perspectivas en áreas como el arte, la literatura, la música, la gastronomía, la cinematografía y la moda.
Para algunos, de esto se deriva que Occidente no solo está perdiendo su predominio de poder y prosperidad, sino también la legitimidad de los hábitos y valores que sostienen el orden global, además de la voluntad interna necesaria para ejercer un rol de líder. Para otros, aún es temprano para arribar a conclusiones definitivas, considerando que el liderazgo histórico de Occidente, desde finales de siglo XVIII, exhibe ciclos de avances y retrocesos. Sin embargo, y más allá de la trayectoria que adopte el Sur Global, parece claro que se ha convertido en un espacio que interpela la naturaleza del capitalismo, del poder, de las “reglas del juego”, de la autoridad política y de los valores y principios mismos que han dado, proverbialmente, forma al orden global."
(Fragmento de la Introducción del libro “La impetuosa irrupción del Sur”, coordinado por Federico Merke y Juan Gabriel Tokatlian y publicado por Le Monde y Editores Siglo XXI en 2024)